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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Transformación Espiritual

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17


Las mariposas sirven de inspiración espiritual a muchas personas, que las consideran el símbolo perfecto de belleza y transformación.

En la naturaleza no existe un proceso de cambio y crecimiento igual al que sufre una mariposa, que pasa desde arrastrarse a encerrarse en un capullo, para luego poder emerger como una colorida mariposa capaz de volar.

  



Según el Diccionario la palabra “transformación” significa “Dar otra forma o aspecto a algo o alguien”. Esto nos da una definición básica de la transformación como un tipo de cambio.

El cambio proviene de la vida del organismo y no de una apariencia. 
Una oruga nace de la vida que le causa que llegue a ser una mariposa. No se pone un disfraz de mariposa para actuar como una mariposa. Mientras se alimente, su metabolismo ingiere los nutrientes que consume, los asimila en la oruga y la lleva a crecer para que finalmente la oruga cambie y se convierta en una verdadera mariposa.

Una oruga que se convierte en una mariposa es un ejemplo excelente de lo que la Biblia habla acerca de la transformación de los 
creyentes a la imagen de Cristo.
No podemos transformarnos a nosotros mismos, por nuestras propias fuerzas, pero si podemos “ser transformados”. 

Pero para ser transformados, debemos primero tener una experiencia con Jesús. Es Cristo quien logra transformarnos al punto de poder experimentar su plenitud en cada área de la vida, y volver al diseño original de Dios, el cual era reflejar su imagen en todas nuestras obras, porque para eso fuimos creados.

Es decir, podemos ayudar para que éste proceso de transformación se lleve a cabo en nosotros, a fin de ser transformados, es necesario tomar a Cristo como nuestro único y suficiente salvador 

Jesucristo vino para que a través de su sacrificio en la cruz, seamos salvos, arrepentirnos de nuestros pecados es el primer paso y hacerlo el dueño de nuestra vida, a partir de ese momento, recibimos el regalo de la Salvación, pero es a través de la obra de la regeneración del Espíritu Santo que podemos comenzar ese proceso de transformación y cambio espiritual y así parecernos más a Cristo.



El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, Tito 3:5

Amig@ ¿crees que necesita una transformación o renovación espiritual en tu vida? No dudes en buscar a Cristo el te está esperando con brazos abiertos para producir en ti ese cambio que tanto necesitas.



Bendiciones






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